Mantención Preventiva y Correctiva de Aire Acondicionado
Evita fallas y ahorra energía con nuestro servicio completo de mantención. Mejoramos la eficiencia y prolongamos la vida útil de tu equipo.
Qué incluye la mantención:
Limpieza de filtros, serpentines y drenaje.
Revisión de gas refrigerante.
Medición eléctrica y de presión.
Prueba final de funcionamiento.
Beneficios de hacer mantención regular
- Aire más limpio y saludable.
- Menor consumo energético.
- Menos riesgo de fallas costosas.
- Mayor durabilidad del equipo.
Frecuencia recomendada
¿Por qué es necesaria la mantención del aire acondicionado?
La mayoría de las personas prende el aire acondicionado todo el verano (y muchas veces en invierno en modo calefacción) sin pensar que, como cualquier maquinaria que mueve aire, humedad y polvo, necesita mantención preventiva. No es solo para que “enfríe mejor”: es una cuestión de eficiencia, de evitar fallas caras y, sobre todo, de salud respiratoria.
1. Eficiencia y vida útil del equipo
Con el tiempo, los filtros, el ventilador y el evaporador se van llenando de polvo, polen y grasa ambiental. Esa suciedad obliga al equipo a trabajar más para lograr la misma temperatura. Según la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA), los filtros sucios reducen el flujo de aire y pueden disminuir el rendimiento del sistema, aumentando el consumo eléctrico. Cuando el equipo trabaja forzado, el compresor y los ventiladores se desgastan antes, lo que se traduce en más reparaciones y menor vida útil. Una mantención periódica (limpieza de filtros, revisión de presiones, drenaje y conexiones eléctricas) mantiene los parámetros de fábrica.
2. Qué puede pasar si no se mantiene
Si no se hace mantención, lo más común es:
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Goteo de agua por drenaje obstruido.
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Malos olores por acumulación de hongos en la bandeja.
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Pérdida de rendimiento: enfría poco o tarda mucho.
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Mayor consumo eléctrico.
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En casos más graves, congelamiento del evaporador o daño del compresor.
Muchas de estas fallas son evitables con una limpieza técnica cada 6–12 meses, que es lo que también recomiendan asociaciones como ASHRAE para sistemas de climatización en interiores.
3. Riesgos para la salud
Aquí es donde mucha gente se sorprende. El aire acondicionado no “enferma” por sí mismo, pero un equipo sucio sí puede favorecer la circulación de alérgenos y microorganismos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la propia ASHRAE señalan que la calidad del aire interior es clave para prevenir problemas respiratorios, sobre todo en personas con asma, rinitis o defensas bajas. Si los filtros no se limpian, se puede acumular polvo, esporas de hongos e incluso bacterias en las partes húmedas del equipo. Al volver a encender, esas partículas se re-dispersan en la habitación.
4. Pequeño análisis de riesgo
Imaginemos dos oficinas con 10 personas cada una:
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En la primera, el aire tiene mantención semestral: filtros limpios, drenajes destapados y serpentines desinfectados.
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En la segunda, el aire no se limpia hace más de un año.
En la segunda oficina es más probable encontrar: más olor a humedad, más polvo en rejillas y más personas con irritación de garganta o congestión al llegar en la mañana. Esto coincide con lo que señala la EPA sobre la relación entre sistemas HVAC mal mantenidos y la llamada “sensación de edificio enfermo”. No es que el aire acondicionado cause la enfermedad, sino que un sistema sucio puede ser un medio de transporte de lo que ya está en el ambiente. Mantenerlo limpio reduce ese riesgo.
5. Fuentes confiables que hablan de esto
OMS (Organización Mundial de la Salud): lineamientos sobre calidad de aire interior y control de humedad.
EPA (Environmental Protection Agency): recomendaciones sobre filtros y mantenimiento de HVAC.
ASHRAE (American Society of Heating, Refrigerating and Air-Conditioning Engineers): estándares de ventilación y mantenimiento para asegurar confort y salubridad.
Ministerios de Salud y normas locales (como las guías de higiene ambiental en edificios) que insisten en la limpieza de equipos que recirculan aire.
Conclusión y recomendación práctica
Para casas: al menos 1 vez al año una mantención técnica completa.
Para oficinas o locales con alto uso: cada 6 meses.
Así mantienes el rendimiento, evitas sorpresas en verano, cuidas el equipo y, sobre todo, ayudas a que el aire que respiras esté más limpio. Si ofreces este servicio en tu empresa o página web, es importante explicar que no es un “gasto”, es una medida de prevención respaldada por organismos técnicos y sanitarios.
